Los terrenos comerciales son una opción de inversión muy rentable, ya que ofrecen la posibilidad de desarrollar negocios en zonas estratégicas, con alto flujo de clientes y crecimiento económico.
Sin embargo, antes de comprar un terreno comercial, es necesario evaluar su potencial y su viabilidad, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
Estudio comercial: se trata de medir el desempeño, la productividad y la rentabilidad de los vendedores que se encargarán de promocionar y vender el producto o servicio en el mercado objetivo.
Estudio del mercado: se trata de analizar la oferta y la demanda, la competencia, el público objetivo y las oportunidades de negocio que existen en la región donde se ubica el terreno. Para ello, se pueden usar herramientas como el análisis DAFO, el análisis PESTEL, el análisis de las 5 fuerzas de Porter, etc.
Estudio de la ubicación: se trata de verificar el acceso, la visibilidad, la cercanía a zonas activas, proveedores y clientes potenciales, el nivel de seguridad y servicios públicos que tiene el terreno.
Se pueden usar indicadores como el tráfico vehicular y peatonal, el nivel socioeconómico, el índice de delincuencia, la disponibilidad de agua, luz, gas, internet, etc.
Estudio de normativas: se trata de revisar los permisos legales, las restricciones de uso y construcción, la altura de edificación y el impacto ambiental que implica el desarrollo del terreno.
Se deben consultar las leyes y reglamentos vigentes en la zona, así como los organismos competentes que otorgan las licencias y autorizaciones necesarias.
Estos criterios te ayudarán a estimar el valor y el retorno de tu inversión en un terreno comercial.
Por último recuerda que lo más importante es tener un plan de negocio claro y realista, que te permita aprovechar al máximo las ventajas y oportunidades que ofrece este tipo de inversión.
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